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Empiece una cautivadora aventura de 10 días a través de las vibrantes ciudades imperiales y los impresionantes paisajes de Marruecos. Comience en Casablanca, donde será recibido y trasladado a Rabat para explorar sus sitios históricos. Haga un viaje a Fez y descubra su ciudad antigua, sus vibrantes zocos y sus maravillas arquitectónicas. Pasee por la belleza suiza de Ifrane, el paisaje desértico de Erfoud, sumérjase en el corazón del desierto y monte en camello por las encantadoras dunas de Erg Chebbi.
Continúe por las gargantas del Todra, la Ruta de las Mil Kasbahs y el espectáculo cinematográfico de Ait Ben Haddou antes de llegar a Marrakech. Aquí, sumérjase en la bulliciosa medina, visite lugares famosos como la Mezquita Koutoubia y el Palacio de la Bahía, explore los animados zocos y disfrute de la atmósfera dinámica de la plaza Jemaa El Fna.
Descubra los tranquilos jardines de la ciudad, desde el faro hasta los encantadores jardines Majorelle, y disfrute de un tranquilo paseo en carruaje para ver Marrakech desde una perspectiva diferente. Este itinerario completo promete una rica exploración del patrimonio cultural, las maravillas naturales y los diversos paisajes de Marruecos, creando un viaje inolvidable a través de este cautivador país.
Hay muchos sitios arqueológicos y turísticos incluidos en nuestro paquete, pero los más notables e importantes son
Atracciones en Marruecos
A su llegada al aeropuerto de Casablanca, su conductor privado le dará la bienvenida y le trasladará su hotel/riad en Rabat.
Dependiendo de la hora de llegada, posibilidad de realizar una visita panorámica de la ciudad. Noche en Rabat.
Tras el desayuno, su conductor y su guía les estarán esperando en la recepción para comenzar la visita de la capital de Marruecos, Rabat.
Actualmente Rabat es la segunda ciudad más grande de Marruecos, después de Casablanca. La
visita a esta ciudad incluye importantes monumentos como: el Palacio Real, el Mausoleo de
Mohamed V, la Torre de Hassan o la Kasbah Oudaya y sus jardines.
Continuación hacia Fes visitando en ruta Meknes y Volúbilis.
Meknés, fue fundada en el siglo XVII por el sultán Moulay Ismail y es conocida como ‘el Versalles marroquí’ por la gran admiración que Moulay Ismail profesó hacia el Rey Sol, al que
intentó emular en esplendor. Sus murallas tienen una extensión de más de 40 kilómetros de
largo.
La ciudad contiene numerosos lugares de interés y aquí no nombramos sino unos pocos: el
gigantesco portón de Bab Manssur, el mausoleo de Moulay Ismail –uno de los tres
monumentos de este tipo que pueden ser visitados por no creyentes en Marruecos – el gran
estanque de Agdal y la Madrasa Bou Iania.
Extendidas sobre un inmenso prado punteado por los colores de las flores silvestres, las
ruinas de Volúbilis son testigos de un pasado próspero y remoto aquí. Excavadas por los
franceses en 1915, han sido fechadas en el siglo III después de Cristo y todavía pueden
apreciarse mosaicos, columnas y otros restos de gran belleza. Noche en Fes.
Después del desayuno, su guía les recogerá en su alojamiento para realizar una visita de la medina de Fez.
Fez está considerada como el centro espiritual y cultural de Marruecos. La Medina (o ciudad antigua) de Fes fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y alberga la que se cree universidad más antigua del mundo. Fes alcanzó su apogeo en los siglos XIII y XIV, cuando la dinastía Meriníde la eligió como capital de su reino. Callejones estrechos donde el tiempo parece haberse detenido, y altos minaretes desafiando al cielo, llenan de magia los momentos pasados paseando por esta ciudad.
No dejen de perderse entre los zocos, donde los artesanos trabajan finísimas piezas decorativas, o se amontonan las especias… Fez es un placer para los sentidos.
La visita de la ciudad incluye:
Ciudad nueva
La “ville nouvelle”de Fez, o la nueva Medina supone un tremendo contraste con Fez el Bali. Amplias y elegantes avenidas se alinean con numerosos cafés y restaurantes.
La Madraza Bou Inania
Esta maravillosa escuela teológica de Fez, en la que destaca su minarete de azulejos verdes, es un gran ejemplo de arquitectura Merinide. Fue construida alrededor del 1350 y está en uso desde entonces. Los no musulmanes deben abandonarla durante el tiempo de rezo ya que en su interior se encuentra una mezquita.
Bab Boujloud
Construida en 1913, esta puerta tiene alrededor de unos 1000 años menos que el resto de edificios situados justo a su espalda. Prueba de que la edad no importa, esta estructura relativamente joven, es el punto de entrada más hermoso de la ciudad vieja.
Plaza Nejjarine
La plaza, con su espectacular e inusual fuente, toma su nombre del Zoco Nejjarine (zoco de los carpinteros) situados en las calles que hay inmediatamente al norte. Todavía puede verse a los artesanos dando los últimos toques a los relucientes tronos utilizados en las bodas.
The Mellah
El barrio judío. Los judíos vivieron aquí y recibieron la protección del sultán. La calle principal es especialmente interesante con sus balcones que dan a la calle y sus mosaicos Art Decó. La mayor parte de los judíos de Fez (unos 300) viven ahora en la ciudad nueva. En este barrio se encuentra la Sinagoga de Ibn Danan del siglo XVII, recientemente restaurada.
Zocos
Los zocos de Fez se encuentran en el centro de la ciudad antigua, la Medina. Las tiendas que venden el mismo tipo de productos se agrupan en su propio zoco. Las diminutas callejuelas están abarrotadas de pequeñas tiendas. Los zocos de la henna y la madera están situados en el barrio Nejjarine, inundados por el aroma de cedro. La plaza principal es diminuta pero está llena de árboles y puestos que venden productos naturales derivados de la henna. Imprescindible el zoco de las especias, Attarine, el más colorido de todo Fez. Noche en Fes.
Tras el desayuno, salida hacia la ciudad de Erfoud, en el desierto – una base perfecta desde la que explorar el vasto mar de dunas de Erg Chebbi. En el trayecto visitarán la ciudad de Ifrane, conocida como la “Suiza marroquí” y atravesarán los bosques de cedros del Atlas Medio, cruzando el Túnel de los legionarios que domina el Valle del Ziz y la población de Errachidia, para llegar a Erfoud al final de la tarde. Noche en Efroud.
Desayuno y día de Desierto Total. Recorrerán una de las pistas que utilizaban en el Rally Dakar, visitando poblados y nómadas del desierto. Pararán en las Canteras de Fósiles Marinos, con una antigüedad de 360 millones de años, y comerán un “pic-nic” en Oasis. Continuarán hasta llegar al Gran Erg Chebbi, desierto de dunas de finísima arena, donde cambiarán el vehículo 4×4 por otros de tracción animal –Dromedarios – para entrar en el corazón de las dunas y contemplar una puesta de sol inolvidable. Noche en Marzouga.
Tras el desayuno, salida hacia Skoura atravesando la famosa “ruta de las mil kasbahs”. Durante el trayecto visitarán las Gargantas del Todra con sus impresionantes muros de piedra que se erigen a grandes alturas, asomándose a un valle estrecho plagado de palmeras y campos de cultivo, en contraste total con la aridez del Sahara.
Atravesarán poblaciones como Kelaa M’Gouna, conocida por el festival anual que tiene lugar allí, dedicado a las rosas; este festival congrega a la población del área que se reúne para comprar o vender artesanía y productos derivados de las rosas (perfumes, jabón, cremas, etc.) Noche en Ouarzazate.
Tras el desayuno, visitarán Los Estudios de Cine Atlas, donde se han rodado cientos de películas, y la famosa Kasbah Taourirt, antigua residencia del Pachá de Marrakech.
Continuarán hacia la Kasbah Aït Ben Haddou, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO y donde se han filmado películas famosas como Gladiator o Jesús de Nazaret y traslado a Marrakech, atravesando el puerto de montaña de Tizi n’Tichka.
Llegada a Marrakech a última hora de la tarde y alojamiento. Noche en Marrakech.
Tras el desayuno, su guía privado y su conductor les esperarán en la recepción de su hotel para comenzar la visita de la medina de Marrakech.
Marrakech, fundada hace más de mil años, es conocida como la «ciudad roja», y es probablemente la ciudad más famosa de todo Marruecos. Su combinación de lo antiguo (La Medina) y lo moderno (Guéliz), crea en Marrakech un perfecto cócktel de imágenes y sonidos.
Koutoubia
La pieza central de Marrakech es el minarete de La Koutubia, junto a la mezquita del mismo nombre, contruida en el siglo XII – sus planos sirvieron de modelo a nuestra Giralda sevillana. No es particularmente alta – alrededor de 70 metros – pero se eleva sobre La Medina gracias a una ordenanza de planificación urbanística que prohíbe, desde hace mucho tiempo, que cualquier otro edificio la sobrepase en altura.
Tumbas Saadíes
Las Tumbas Saadíes, uno de los lugares más visitados de Marrakech, tenían acceso únicamente desde el interior de la mezquita vecina. Sin embargo, en 1917 fueron abiertas al público y se puede acceder a ellas a través de un estrecho pasaje que conduce a un jardín vigilado por dos mausoleos, con más de cien tumbas decoradas con mosaicos.
Palacio Bahía
Este palacio del siglo XIX fue construido en un periodo de 7 años por Ahmed ben Moussa, hijo del Gran Visir Si Moussa, y en él trabajaron los mejores obreros y artesanos de la época. Contiene gran número de estancias – que una vez fueron residencia del harem de Ahmed-, un jardín trapezoidal y muchos tesoros escondidos en forma de objetos de arte y antiguedades.
Los Zocos
Situados en el corazón de Marrakech, cubren milímetro a milímetro todas las calles situadas al norte de la plaza. Cada zona del zoco tiene su propia especialidad y en ellos se puede llegar a encontrar una gran variedad de artículos; desde especias o artículos de hierro forjado, hasta los ingredientes para crear hechizos de magia.
La plaza, Jemaa el Fna
Jemaa el-Fna, tan antigua como la propia ciudad, es el principal espacio al aire libre. Durante el día era escenario de ejecuciones públicas, y por la noche se transformaba en el epicentro cultural de la ciudad. Todos los días se dan cita encantadores de serpientes, dentistas, músicos, bailarines o mendigos, los cuales competirán por su atención. Noche en Marrakech.
La visita comienza en los jardines de La Menara, situados a las afueras de la ciudad. Ofrecen la oportunidad de escapar por un momento del bullicioso Marrakech y además es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Tras la visita de La Menara, continua el paseo hacia los “Jardines Majorelle”, que pertenecieron desde 1980 a Yves Saint Lorent hasta su muerte en 2008 cuyas cenizas fueron esparcidas en este jardín. Posee gran variedad de cactus y otras variedades de plantas exóticas.
Los jardines de Majorelle es un oasis de paz para disfrutar de la belleza de toda la flora, de los colores y sobre todo del azul Majorelle. Todo escogido con tanta exquisitez.
Tras la visita de los jardines disfrutarán de un agradable paseo en calesa para descubrir la ciudad desde otra perspectiva. Noche en Marrakech.
Desayuno y traslado privado al aeropuerto de Marrakech para tomar su vuelo de salida y fin de viaje.
Se recomienda pasar al menos 7 a 10 días para visitar Marruecos y explorar adecuadamente sus diversas atracciones y regiones.
La mejor época para viajar a Marruecos es durante la primavera (marzo a mayo) y el otoño (septiembre a noviembre), cuando generalmente el clima es agradable y no hace demasiado calor ni frío.
En Marrakech, no debes perderte visitar Djemaa el Fna, la animada plaza llena de artistas callejeros, mercados y puestos de comida local. También es muy recomendable explorar la histórica medina, visitar el Palacio de Bahía y experimentar un hammam tradicional.
Para viajar a Marruecos, por lo general, se necesita un pasaporte válido con al menos seis meses de validez restante. Algunas nacionalidades pueden requerir una visa, por lo que es esencial verificar los requisitos específicos según tu país de origen.
En Marruecos, los pagos se pueden realizar en efectivo (utilizando la moneda local, el Dirham marroquí) o con tarjeta de crédito/débito en establecimientos más grandes. Sin embargo, las tiendas más pequeñas y los mercados suelen preferir el efectivo. Es recomendable llevar algo de dinero en efectivo para mayor comodidad, especialmente en áreas más remotas.
Es un país del Norte de África, al oeste del continente el cual presenta una enorme zona costera conformada por el Océano Atlántico.
En todo el país se habla árabe y bereber, como lengua oficial. A su vez, en el norte la población maneja el español y al sur el francés.
Marruecos es un país que tiene las cuatro estaciones. En primavera y verano, es recomendabla visitar las ciudades costeras en donde también se puede realizar surf. En otoño e invierno, es muy bonito el norte y centro de Marruecos, donde podrás encontrarte con hermosas nevadas que tiñen el Alto Atlas de blanco. Este país tiene encantos durante todo el año.
La moneda de este país es el Dírham Marroquí (MAD). Es muy fácil el cambio de tu moneda a esta al dírham en cualquier banco o casa de cambio del país, o hasta en el aeropuerto. Nuestros choferes te acompañarán a que puedas realizar tu operación normalmente
Sí, Marruecos es un país muy seguro en el cual podrás observar controles en todas las rutas. Las ciudades también cuentan con gran seguridad, lo que hará que te sientas protegido en todo momento.
Claro que sí. Viajar a Marruecos en estas fechas, es suregirse en un viaje completamente distinto, ya que el país se adapta a la festividad musulmana. En estos casos, es posible encontrar lugares cerrados o menos actividad comercial, dado que la gente aprovecha esta oportunidad para practicar más su religión o descansar, pero también podrás presenciar eventos y festejos propios de la cultura que no verás en otro momento del año. Es por esto, que visitar Marruecos en esa temporada te dará una visión más completa del país, en el cual es probable que te sientas mucho más fascinado y culturizado de lo que significa el acontecimiento del Ramadán.